Mi vida en rosa
Creo que nunca he seguido un “culebrón” completo. Pero debo decir que cada vez que sintonizo alguno aparece una joven hermosa con cara de mal trago y lágrimas en los ojos que le dice a su interlocutor, normalmente un hombre apuesto y frío: “No puede ser, no puede ser”. Luego de varios segundos de primerísimos …
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