En busca del tiempo perdido
Junio 2005 El manuscrito, la máquina de escribir, los papelitos blancos para corregir la impresión de teclas equivocadas, el Larousse ilustrado, la entrega al día siguiente, el “mi tía tiene una máquina eléctrica”, el “qué suerte la tuya”, el café, el trasnocho y los apuntes que ya no se entienden. Hoy día todo puede hacerse …
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